Por María Cristina Carrillo
(Primera parte)
"El elemento fundamental en el cine, el que le da la forma y lo determina desde la más insignificante toma, es la observación. El cine surge de la observación inmediata de la vida. Éste es para mí el camino cierto de la poesía fílmica. Pues la imagen fílmica es en esencia la observación de un fenómeno inserto en el tiempo".
Andrei Tarkovski
Llegué por primera vez a Madrid en febrero de 2001, época que coincidió con uno de los periodos de mayor intensidad en la emigración ecuatoriana a Europa, con el endurecimiento de las leyes migratorias y con la imposición del visado para los ciudadanos ecuatorianos que desearan entrar a cualquier país del territorio Schengen. Esta situación hizo que me plantease el proyecto documental llamado “La doble ausencia” como una necesidad personal de reflexionar entorno a las cuestiones que emergían con la inmigración[1]. Volví a Madrid en el año 2003 a un taller documental en donde en varias sesiones discutimos con nuestro profesor Joaquim Jordá sobre qué se entiende por documental, discusiones que cambiaron sino la dirección, sí la forma que había tomado hasta entonces mi guión. Han transcurrido tres años más y ahora me dispongo a emprender definitivamente los pasos que me llevarán a filmar La doble ausencia por lo que me parece el momento oportuno para detenerme y pensar algunos temas que relacionan las dos vertientes que se conjugan en mi deseo de filmar: el cine documental y la investigación antropológica. ¿dónde están las similitudes entre el cine y la investigación? Estas dos se encuentran o se alejan?
En este ensayo tomo como punto de partida el texto “Comprender” de Pierre Bourdieu en donde plantea ciertas problemáticas que me resultan sugerentes en la relación investigador-investigado, y lo relaciono con mi experiencia en la producción de La doble ausencia, para pensar sobre cómo abordar la subjetividad en los personajes, y en mi propio quehacer como documentalista.
I.
Comprender es un artículo que forma parte del texto La Miseria del Mundo, en el cual Bourdieu plantea una metodología interesada por la subjetividad y enfatiza la idea de la investigación como una relación social. A lo largo del mismo, aborda varios temas que son cruciales a la hora de investigar y entrevistar. Un primer gran punto es el evidenciar que existe un desfase en la idea se hace de la situación por un lado el investigador, y por otro lado el sujeto entrevistado, por lo que es necesario observar cuál es el objeto de investigación para uno y otro.
En el caso de mi documental, el concepto del mismo se inició como una cuestión muy personal: lejos de Ecuador, en un contexto políticamente adverso para los inmigrantes, quería reflexionar sobre el “ser ecuatoriano” y sobre el proceso migratorio tomando varias historias de vida que permitieran mostrar la complejidad de la emigración ecuatoriana.
En el dossier de La doble ausencia, la sinopsis es la siguiente:
Marco, Virginia, Manolo, Mónica y Rubén son ecuatorianos. Personajes anónimos, que luchan por conseguir sus sueños. Como muchos de sus compatriotas decidieron emigrar a España con la esperanza de que su futuro no se escape de las manos. Cada uno de ellos vive una fase distinta de su viaje.
Marco Guzmán tiene 22 años. Hace un año preparó cuidadosamente los detalles de su travesía y llegó a España, pero su sueño terminó en el aeropuerto de Barajas. Allí lo detuvieron durante dos días y fue deportado. Tras la frustración y las dificultades de este retorno forzado, Marco intentará de nuevo llegar a Madrid.
Virginia ha conseguido después de mucha espera la ansiada visa y se dispone a partir. Un día antes de cruzar este nuevo destino, la asaltan miles de dudas y miedos. Virginia viajará en avión y llegará a Madrid.
Marco se encuentra viviendo en España hace cuatro años. Ha pasado ya la fase más dura cuando estaba solo y no tenía papeles. Ahora ha traído a su esposa e hijos. A pesar de las dificultades ahora se siente mejor. A pesar de sentirse mejor, tiene un gran problema: sus hijos quieren regresar a Ecuador.
Mónica y Rubén trabajan en una plantación agrícola en Lorca. Ellos han visto cambiar esta ciudad desde hace 8 años con la llegada de numerosos compatriotas. Mónica filmó un programa piloto para una telenovela en el canal local de Lorca y la vida se desarrolla casi con fluidez. No saben si después de tantos años volverán a su país.
Acompañaremos a estos personajes en este viaje, que es el viaje de muchos ecuatorianos, y también un viaje personal de la realizadora, que reflexiona sobre el contradictorio sentimiento de querer y no querer irse de Ecuador. Es una indagación sobre todo lo que puede ocurrir al atravesar la línea que separa el hemisferio oeste del este, el Ecuador de Europa, el sueño de la realidad.
Para mis personajes, especialmente para Marco y Manolo, la motivación era distinta. Para Marco era la oportunidad de una catarsis, después de vivir toda la historia de la deportación como un fracaso, él necesitaba hablar y contarse a sí mismo el motivo por el cual no pudo llegar a Madrid. Por el contrario, a Manolo lo conocí cuando era un indocumentado en España y sobrevivía vendiendo gafas de sol en la Puerta del Sol. Después obtuvo los papeles y pudo traer a su familia, y por eso para él la oportunidad del documental significaba la narración de un logro y casi, una justificación.
Ellos por un lado, yo por el otro teníamos como se ve, diferentes intencionalidades con un mismo documental. En este punto, se hizo evidente además, las dos propiedades inherentes a la relación de investigación de las que habla Bourdieu: por un lado el hecho de que es el entrevistador quien establece sus reglas, y por otro la asimetría social y cultural en especial en lo que tiene que ver con el mercado de bienes lingüísticos y simbólicos. Para Bourdieu este hecho existe inevitablemente y no se lo puede eliminar, sino que se debe tratar de atenuar sus efectos mediante la escucha atenta y mediante una selección de los informantes de manera que se disminuya el miedo del otro hacia la objetivación. En mi caso una de esas formas de atenuación fue el encontrar semejanzas en lo relativo a la nacionalidad ecuatoriana y con Manolo, Mónica y Rubén en el hecho de que en el momento en que yo los conocí, yo tampoco “tenía papeles”. Así como en el texto de Bourdieu un mecanismo para lograr una comunicación no violenta fue el elegir a los informantes dentro de sus conocidos, en mi documental el mecanismo fue establecer una empatía desde una condición de inmigrantes que nos asemejaba, y que en definitiva daba a mis informantes “garantías contra la amenaza de que sus razones subjetivas se reduzcan a causas objetivas” (Bourdieu: 1999: 530).
En el cine documental además, se debe considerar la asimetría producida por lo que podríamos denominar como el “poder de la representación” ya que nuestro informante está frente a la cámara, y el realizador (y camarógrafo) es quien decidirá el tipo de encuadre que se realiza y luego en la sala de montaje el orden en el que irá el fragmento de la entrevista o de la escena. Por ello, esta empatía debe traducirse también en el tipo de encuadre que se está utilizando, y en el tipo de micrófono que se ha elegido.
[1] El título lo tomé del documental sobre Pierre Bourdieu, La Sociologie est un sport de combat (2001) del director Pierre Carles, en donde Bourdieu hace referencia al texto de Abdemaleck Sayad sobre inmigrantes argelinos en Francia, llamado La double absence, porque me pareció que además de ser título poético, reflejaba exactamente la idea de la migración desde el punto de vista sobre el cual yo quería hablar.
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