Por María Cristina Carrillo
Publicado en el Catálogo de Cine Cero Latitud del año 2004
Este año, el Festival de Cine Cero Latitud incluye una sección de películas dirigidas por mujeres. Iciar Bollaín, Gracia Querejeta, Isabel Coixet, Dolores Payas, María de Medeiros, María Novaro y Lucrecia Martel nos ofrecen sus obras enfocadas hacia muy diversas temáticas y desde muy distintas experiencias.
Por qué incluir un segmento específico de películas dirigidas por mujeres? Actualmente se puede decir que es pertinente hablar de un cine feminista?
La palabra feminismo genera de entrada una serie de reacciones por lo general negativas porque supone un cuestionamiento de la sociedad patriarcal y de una oposición hombre/mujer. Sin embargo el feminismo es una corriente de pensamiento que aboga por una sociedad más justa en donde se reivindican las diferencias, las identidades múltiples y principalmente la posibilidad de vivir las relaciones tanto de hombres como de mujeres dentro de un contexto de mayor libertad.
El feminismo dentro del arte llama la atención sobre la forma en que las obras de arte son representadas, se pregunta quién representa y quién es representado, cuáles son los puntos de vista que se plasman al elaborar una pintura o una película. En definitiva se interroga sobre quién ve y quién es visto, y ello posibilita encontrar nuevas formas de acercamiento a la realidad mediada por la imagen.
Por el contrario, hablar de “lo femenino” presupone la existencia de una similitud entre todas las mujeres, y hablar además de una convención cultural de lo que “una mujer es”. ¿Quien puede decir que se considera como femenino en Nueva Guinea, Marruecos o Ecuador; o entre mujeres urbanas de clase media y mujeres indígenas? Por ello, me parece más pertinente hablar de la búsqueda de un cine feminista, el mismo que es la oportunidad en donde las mujeres con su infinita diversidad se representan y se plantean preguntas y temáticas, y nos ofrecen sus puntos de vista con imágenes y sonidos.
No es ninguna novedad el hecho de que el cine no es una copia de la realidad sino una construcción de significados, y que colocar la cámara es elegir un punto de vista y un segmento de esa realidad. Es necesario entonces, perder el miedo al feminismo y considerarlo como una forma de expresar estos puntos de vista, una manera de diferenciar la diferencia.
Puede que las directoras que participan dentro de esta muestra se consideren a sí mismas como feministas o no, sin embargo el observar sus obras será enriquecedor para todos y todas, porque evidenciará que existe un cine en donde se expresa una sociedad múltiple en cuanto a clase, raza, cultura y género.
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